CALEFACCIÓN CON ELECTRICIDAD

Los aparatos que usan este tipo de suministro son los más comunes en la actualidad gracias a su sencilla instalación, fácil mantenimiento y alto nivel de seguridad. Estos modelos pueden ser fijos o móviles y, por la gran variedad de modelos que existen, pueden colocarse fácilmente en cualquier espacio.

A diferencia del tipo de calefacción que trabaja por combustión, la que funciona por medio de electricidad es muy limpia, ya que no emite ningún gas nocivo o contaminante, ni requiere de llenar tanques de ningún tipo. Su única desventaja es que el costo por consumo puede ser alto, sin embargo, con las regulaciones correctas de tiempo y temperatura, este factor puede controlarse. Algunos ejemplos son:

Calentador tipo torre con ventilador

Este es un modelo vertical, generalmente cuenta con función de oscilación para transmitir el calor de manera uniforme. Son portátiles y muy prácticos para calentar una habitación a la vez.

Calentador tipo radiador:

Funciona con aceite térmico y es capaz de irradiar calor en todas direcciones. Según su tamaño, es recomendado para espacios pequeños y medianos. Su operación es silenciosa y, aún después de apagarlo, puede seguir emanando calor por horas..

Bomba de calor - mini split

Además de funcionar como calefacción en invierno, también puede usarse como sistema de refrigeración en verano. El ruido del ventilador puede resultar algo molesto, aunque en los modelos más nuevos esto se ha solucionado casi por completo. Son excelentes para calentar un espacio pequeño con rapidez.

Convector de piso o de pared

Es un calefactor con ventilador que sirve para calentar espacios amplios. Estos tipos de equipos operan de forma silenciosa y segura, ya que por lo general cuentan con sistemas para evitar el sobrecalentamiento y para apagarse en caso de caídas.

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CALEFACCIÓN CON GAS

Para la utilización de este tipo de calefacción se requiere colocar radiadores, una caldera y un circuito de tubería en casa. Aunque su costo de instalación y mantenimiento puede resultar elevado, el calor que genera este tipo de sistema tiene un mayor alcance en comparación con algunas opciones de calefacción eléctrica, por lo que es efectivo para espacios medianos. Si el lugar donde deseas utilizar este método es grande, se sugiere colocar más de un radiador. En la categoría de calefacción con gas, existen tres tipos de suministro:

Gas natural:

Es una energía económica, con menos emisiones contaminantes que otras opciones.

Gasóleo:

Capaz de calentar superficies bastante grandes. Es un combustible que requiere ser almacenado, por lo que es necesario contar con un depósito de gran tamaño para reabastecer periódicamente.

Gas propano:

Se utiliza también para casas grandes y su potencia calórica es superior a la del gas natural. Se puede almacenar en depósitos o tanques en el exterior de la casa.

Como en el caso del suministro eléctrico, también existen calefactores portátiles de gas, que por lo regular deben utilizarse en espacios despejados y con excelentes condiciones de ventilación.

Tanto eléctricas como de gas, estas alternativas son perfectas para usar al interior de tu casa. Si también estás buscando mantener los espacios de afuera con una temperatura nivelada, por ejemplo para fiestas, reuniones o convivencias en tu patio, existen opciones como chimeneas y fogatas especiales para ello, así como calentones de torre que funcionan con gas.

Al momento de seleccionar cualquier tipo de calefacción, considera aspectos como seguridad, rendimiento, costo, confiabilidad, ahorro energético, versatilidad e impacto ambiental en contraste con la distribución de los espacios y habitaciones de tu casa, así como su tamaño y número de habitantes. Y en tu hogar, ¿ya estás listo para la próxima temporada de invierno?